El presente proyecto se complementó con un taller de cocina, éste, se basó en el uso de los alimentos vegetales, fomentando su consumo a través de interpretaciones gastronómicas de platillos reconocidos de la cocina internacional.
En el desarrollo del taller se encontró una buena cantidad de yerbas que los habitantes no utilizan (albahaca, chipilín, verdolaga). Es muy particular el caso de la albahaca, ya que su uso se restringe al ámbito medicinal.
Sin embargo, el taller logró ampliar la variedad de alimentos vegetales que consumen, promoviendo hábitos de alimentación más sanos (en la zona hay un altísimo indice de diabéticos) y la conservación de los recursos bióticos al fomentar el vegetarianismo.